¡¡¡ Hola
amig@s !!! Saben, desde las vacaciones me puse a escombrar algunas de mis cosas ( ya saben que siempre se nos ocurre en vacaciones hacerlo, ¿verdad?) y me encontré con un libro que leí (se supone que leí) hace como 15 años, cuando iniciaba en la aventura de estudiar para Maestra de Preescolar; pero ¿saben? no recordaba nada de ese libro y pues me dije
"vamos a leerlo"; el libro se llama:
DIBS en busca del yo de Virginia M. Axline Ed. Diana.
Y pues comencé a leerlo y no saben que diferente perspectiva me da ahora que hace tantos (poquitos) años, pues en aquel entonces, estudiante de educadora, nada de experiencia, pues lo leí porque tenía que leerlo y hasta ahí, y ahora que tengo algunos años de experiencia de trabajar con los preescolares, y todo lo que implica ser Maestra de Jardín de Niños, pues me enamoré del libro, pues lo leía y ya estaba cansada pero quería seguir leyendo para saber lo que sucedía con este niño, y de verdad te atrapa la historia.
Y es que el texto te permite ver de qué manera uno como adulto se predispone a catalogar a un niño como retrasado mental, inquieto, tímido, etc. y hasta ahí llegamos, pero como Maestras debemos ir más allá, como dice Tonnuci "tener altas expectativas" en los niños, y no solo catalogarlos, porque si a DIBS lo hubieran catalogado como: retrasado mental porque no hablaba, no se integraba, entonces este niño no hubiera sacado todo su potencial que tenía, toda esa inteligencia y sensibilidad que un niño como él tenía (ya no les cuento más).
La maravillosa y amorosa forma en que la Psicóloga Virginia M. Axline trabajó, platicó, jugó y ganó la confianza de DIBS, permitió que el niño comunicara lo que sentía, lo que pensaba, lo que le molestaba, hasta encontrase con él mismo, con sus sentimientos, construyendo el concepto del Yo.
Los invito a leer este maravilloso libro que los hará reflexionar de cómo un niño (preescolar) y la gente que le rodea padres, hermanos,
maestr@s, etc. podemos contribuir o no al concepto del Yo.